Los biofertilizantes no contaminan ni causan daño al suelo, ni a la planta, ni al hombre. Incrementan el rendimiento de los cultivos a un bajo costo y permiten además complementar el uso de los fertilizantes químicos principalmente los nitrogenados y fosfatados.

Su facilidad de transportación y bajo costo permiten su utilización en grandes superficies. Se pueden biofertilizar los cultivos de maíz, frijol, sorgo, soya, trigo, cebada y en viveros los de cacao, café, cítricos, mango, entre otros; especialmente donde la fertilización química es poco común o nula.

Pruebas de validación realizadas por el INIFAP han mostrado las bondades del uso de biofertilizantes en la agricultura.

Para el año 2050 la población de la tierra se estima entre los 8.1 y 10.6 mil millones habitantes y de éstos, México tendrá 150 millones

Las áreas tradicionalmente dedicadas sólo a la producción de alimentos deberán:

• Proveer alimentos
• Proveer biocombustibles
• Proveer fibras y otros productos industriales
• Proveer materias primas

Esto deberá ocurrir en un contexto en el que:

• Se debe mantener la biodiversidad
• Se deben adaptar los sistemas agrícolas al cambio climático
• Se deben reducir las emisiones de gases de invernadero
• Se debe combatir la pobreza y la desigualdad social
• Se deben combatir las principales enfermedades y el hambre
• Se debe incrementar el rendimiento de los principales cultivos
• Disminuir el uso de productos químicos en el campo
• Hacer un uso más eficiente del agua y nutrientes
• Conservar el suelo
• Contar con variedades que resistan el estress abiotico
• Contar con variedades resistentes a enfermedades y plagas
• Disminuir las pérdidas postcosecha